¿Aunque estudió toda la noche, está frente al profesor y no se acuerda ni una sola palabra? ¿Tiene tanta mala suerte que siempre le toman los temas que menos retiene? ¿No se puede concentrar en lo que lee y después no recuerda ni razona nada? Deténgase, respire hondo y pida ayuda al Zen, antes que le pongan las peores calificaciones de su vida.
No se resigne: no es mera mala suerte. Usted es de los que estudia y ensayan bien lo que tienen que decir frente al profesor que le tomara el examen, pero cuando llega el momento, siente que los ojos de la autoridad se clavan como flechas, la sangre se le sube al rostro y no se acuerda de nada de lo que le preguntaron. No se resigne: aunque tampoco pueda escribir una sola palabra en el papel cuando el examen sea por escrito, incluso después de muchos años de preparación intensa.
En teoría psicológica, el diagnóstico es claro: alguien ansioso, enfurecido o deprimido no aprende. Estar atrapado en esos estados de ánimo no le permite asimilar la información de manera eficaz ni manejarla bien. Las emociones negativas poderosas desvían la atención hacia sus preocupaciones, interfiriendo el intento de concentrarse en otra cosa.
No se resigne: en la práctica, que es lo que realmente importa, la inteligencia Zen puede capacitarnos para que los nervios jueguen en contra…y no terminemos echándole la culpa siempre a la suerte.
El tao de las buenas calificaciones:
Si desea tener una comprensión profunda sobre un tema de estudio, acostúmbrese a clarificar su mente, a unificarla y dirigirla hacia el objeto que se propone (el libro, el apunte, el capitulo de estudio, el calculo matemático, etcétera). Puede practicar hasta cuando esté cortando una zanahoria con un cuchillo: su dedo estará a salvo si pone su mente solo en el vegetal. Otro secreto Zen: amar lo que uno haciendo convierte la actividad en algo más fácil de asimilar y dominar, ya que la concentración en este caso no es una obligación pesada. Tanto en el juego, como en el trabajo y en el estudio, la concentración unidireccional en lo que esté haciendo fortalece la mente.
Cuando este rindiendo un examen, ya sea oral o escrito, recuerde que tiene algo que decir, lo debe expresar con convicción. Manifestarse con convicción y jactarse de saber mucho son dos cosas diferentes. Una cosa es demostrar lo máximo de alguien puede conseguirse a través del estudio. En cambio, jactarse implica una falsa intención ya desde el principio, y los profesores y examinadores lo detectan inmediatamente.
Es elemental comprender algo: una buena capacidad intelectual no sirve de nada sin un buen discernimiento nada puede sustituir a la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso. Cuando la superficie del esta muy agitada no refleja con exactitud la imagen de la Luna. O más bien ésta se distorsiona. Cuando la mente está agitada, todo lo que refleja se deforma. Una vez que su mente se calma, puede juzgar todo correctamente. Es así como estudiar e incorporar conocimientos se hace fácil; y del mismo modo comunicar lo aprendido es tan natural como hablar de cualquier cosa.
Asegúrese de dormir las horas de sueño que siempre necesita. El buen dormir fomenta la memoria. Hay estudios que dicen que quienes estudian toda la tarde y duermen bien durante la noche retienen más conocimientos que los que se pasan toda la noche estudiando. Durante el sueño, el cerebro asimila y archiva la información nueva que recibe durante el día.
Para estudiar debemos mantener fuerte nuestra mente. Una luz solar difusa puede ser concentrada por una lupa y crear una llama. Sin embargo, incluso la luz más potente se vuelve débil cuando es disipada por una luz penetrante. La mayoría de las personas debilitan cada día el poder de sus mentes, haciendo cosas como leer el periódico mientras comen o escuchar música mientras estudian.
El inconciente esta activo cuando nos mantenemos despiertos, mientras el subconsciente permanece oculto en las profundidades. Sin embargo, cuando estamos dormidos, el subconsciente domina y el consciente retrocede. Aprenda a aprovechar ese instante en el que uno sustituye al otro. Una sugestión dada por el consciente justo antes de dormir permanece en el subconsciente. Mírese al espejo antes de acostarse y diga: “El examen lo voy a dar bien y me voy a sentir tranquilo”. Dicho a nuestra propia cara, la sugestión se vuelve muy poderosa. No empiece diciendo: “Yo no…”. ¿Por qué? Porque debilita la sugestión. Si le da una orden a la cara que refleja el espejo, ésta le da una orden a usted. Es una autosugestión en forma de orden. Una vez implantada la sugestión, no haga otra cosa vaya inmediatamente a la cama. También, se puede tomar un ejemplo de esto con el “Método control mental Silva”, el cual menciona que cuando uno comienza a entrar en la vigilia, cuando bajan las ondas cerebrales de beta a alpha, antes de dormirse, es posible programar la mente para que este guíe inconcientemente al cuerpo, ya sea por causas de salud o por actitudes que uno desee mejorar.
Es importante evitar las presiones por conseguir una buena calificación, ya sea las ejercidas por otras personas o por nosotros mismos. Muchas veces la autoexigencia es la peor de los tiranos.
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